miércoles, 12 de octubre de 2016

El regalo más grande...



Hoy Día especial... tanto en la historia de España como en mi historia personal. El día como hoy, hace cuatro años, el avión Kiev–Madrid me llevó a las tierras ibéricas para comenzar mi experiencia que el destino quiso convertir en un viaje iniciático. Curiosamente, el día de hoy también coincide con una fecha aún más importante y mística... con unos veinte años desde el momento cuando mi vida dió un giro inesperado para una niña ucraniana de trece años, un giro que me hizo coger el camino que finalmente me llevó aquí donde estoy. 

Hoy es un buen momento para recordar. Se me ha grabado en mi memoria aquel día cuando ví por la televisión un programa sobre España, un programa que determinó mi camino vital. No era ni un simple interés, ni curiosidad, era un sentimiento claro e inexplicable de pertenecer, una especie de convicción interior de que lo que veía y escuchaba en aquel momento no me era nada ajeno. Algo inexplicable que me hizo aprender un idioma tan diferente de mi lengua materna, algo que finalmente convirtió aquel interés infatil en mi profesión, mi ocupación, en mi vida, en lo que hoy día soy. 

Hoy celebro en mi corazón mi propio Día de Hispanidad. Hoy celebro esos 20 años de mi relación con España y esos 4 años de mi nueva vida con el sabor a jamón. Ya es una relación duradera, y, aunque me enfado muchas veces con España como nos enfadamos con las personas muy queridas, y a pesar de esos momentos y rachas cuando me siento a punto de rendirme, sé que aquí estoy y aquí estaré, y no sólo por haber estado atrapada por las circunstancias, sino porque así fue mi elección, porque hoy día más que nunca mi corazón no me dejaría ir, porque es este país que me regala mis momentos más valiosos de felicidad que no cambiaría por ninguna establilidad ilusoria en el mundo. 

Hoy no tengo ganas de escribir sobre las realidades de aquellos que tenemos el pasaporte de otro color, hoy no me apetece pensar en lo difícil que es el camino de una persona apatriada, hoy sólo quiero sentirlas y celebrarlas, estas tierras del sol... el sol que hoy no se ve, pero sé que siempre está ahí detrás de las nubes y, sólo saber que está... me calienta el corazón. 

Sé también que nunca va a ser un camino fácil, pero sé que otro camino no eligiría. Hoy día lo sé más que nunca. Hoy mi corazón también está con los míos que no tuvieron otra opción que aceptar mi partida, que me apoyaron a pesar de su propio dolor de la distancia que nos sigue separando. Pero, hoy más que nunca mi familia se alegra por este destino mío tan atípico, que finalmente me había salvado de aquello que ha tocado vivir a mis tierras. Y, con una alegría en el corazón, hoy pienso en aquellos que están aquí más cerca, en estas maravillas en personas que han llegado a mi nueva vida, como si siempre hubieran estado en ella, y la están pintando de los colores vivos... hoy pienso en ese regalo más grande que me ha hecho España que, esté yo donde esté, siempre lo voy a llevar dentro de mí...



2 comentarios: